Ikigai es un concepto japonés que significa “Una razón para levantarse por la mañana”, esto es, una razón para disfrutar la vida. Cada uno tiene su propio ikigai, pero encontrarlo requiere un esfuerzo de búsqueda profundo y sincero dentro de uno mismo y cuyo descubrimiento aporta satisfacción y significado a la vida.
El término “ikigai” se compone de dos caracteres: iki y kai. Iki se refiere a la vida y kai significa aproximadamente “la realización de lo que uno espera y por lo que tiene esperanza”.
Ikigai es la razón del valor de la vida de cada uno, o las cosas que la hacen más valiosa, pero también son las circunstancias mentales y espirituales bajo las cuales los individuos sienten sus vidas más plenas. Esto no depende de una situación económica o de una situación global de las cosas. Incluso en los días más oscuros, alguien con un objetivo claro, puede sentir Ikigai.
El estado de Ikigai no se genera simplemente por la ejecución de acciones forzadas, sino que aparece de acciones naturales y espontaneas que fluyen cuando las motivaciones de cada uno se unen a sus capacidades, preferencias y necesidades del mundo que lo rodean.
Cada día escuchamos o incluso repetimos que los tiempos que atravesamos son difíciles y seguramente, mirando atrás en la historia nunca hayan existido tiempos fáciles, aunque muchas veces queramos creerlo así. Sería lícito preguntarse: Con estos tiempos en los que vivimos llenos de necesidades básicas que poco a poco cuesta más cubrir ¿quién puede permitirse pensar en el Ikigai?
Pero una pregunta más útil y constructiva sería: ¿Cuándo ha sido más útil y necesario?
Si nuestros tiempos nos parecen difíciles, pensemos en la isla de Okinawa de donde surge esta idea (curiosamente de esta misma isla surge el Karate-Do… ¡que grandes legados los de los habitantes esta isla!) atravesando guerras ancestrales, la invasión japonesa y la terrible y violenta ocupación posterior, otra tremenda invasión durante la II guerra mundial y años de ocupación Americana con hambre y todo tipo de sufrimientos derivados de la guerra.
Incluso en estos tiempos tenemos que buscar nuestra “razón para levantarnos cada mañana”. La razón que nos ayude a sobrellevar el peso del día a día, vivir las dificultades, los desatinos y las complicaciones que nos impone el mundo de hoy en día y aun así sentir que nuestras vidas no son algo vacío y que aportamos algo al mundo que nos rodea.
Nuestro centro, surgió de esta misma idea de ikigai, aunque entonces no le poníamos este nombre. A pesar de las aparentes dificultades nos propusimos materializar nuestra idea de aportar y mejorar el mundo que nos rodea convirtiendo en nuestra actividad diaria aquello que nos gusta hacer y que a su vez, hemos estudiado durante años sin que tuviera un objetivo aparente. Así cuando aplicamos agujas intentamos ayudar a sobreponernos a nuestras dificultades físicas y nuestras restricciones psicológicas o emocionales, como los miedos, frustraciones o tristezas, para que éstos no se interpongan en nuestra búsqueda y desarrollo del ikigai. También cuando practicamos asanas escuchamos los mensajes que envía nuestro cuerpo y que no somos capaces de escuchar durante el ruido diario de agitación externa e interna y nos permite poco a poco descubrir nuestras capacidades y desarrollar una flexibilidad tanto física como mental.
Traducciones:
- That Which you love = Aquello que amas
- That which the world needs = Aquello que el mundo necesita
- That Which You are good at= Aquello en lo que eres Bueno
- That which you can be paid for = Aquello por lo que puedes cobrar
- Passion = Pasión
- Mission = Misión
- Profession = Profesión
- Vocation = Vocación